Es una forma de psicoterapia que se deriva de la escuela de pensamiento Gestalt. Fue desarrollado a finales de 1940 por Fritz Perls y se guía por el principio de la teoría relacional que cada individuo es un todo (mente, cuerpo y alma).
El enfoque se centra en gran medida en la auto-conciencia y el “aquí y ahora” (lo que está sucediendo). En la Terapia Gestalt, la conciencia de uno mismo es la clave para el crecimiento personal y el desarrollo del potencial completo. El enfoque reconoce que a veces ésta conciencia de uno mismo puede ser bloqueada por los patrones de pensamiento y comportamientos negativos que pueden hacer que la persona se sienta insatisfecha y descontenta.
El objetivo de un terapeuta Gestalt es promover una conciencia de sí mismo que no juzga y que permite a los clientes desarrollar una perspectiva única en la vida. Al ayudar a un individuo a ser más consciente de lo que piensa, siente y actúa en el momento presente, la Terapia Gestalt da una idea de las formas en que él o ella puede aliviar sus problemas actuales y la angustia, con el fin de aspirar a su máximo potencial.
Respeto – los clientes se tratan con un respeto profundo por el terapeuta Gestalt. Proporciona un equilibrio entre el apoyo y el desafío, clave para ayudar a los participantes a sentirse cómodos para reconocer sus resistencias y poder abrirse.
Énfasis en la experiencia – El enfoque gestáltico se centra en la experiencia en términos de emociones, percepciones, comportamientos, sensaciones corporales, ideas y recuerdos de un individuo. Un terapeuta anima al cliente a “experimentar” de todas estas maneras, vívidamente en el aquí y ahora.
Experimento creativo y descubrimiento – Hay una metodología experimental utilizada por los terapeutas para probar la experiencia de sus clientes. Estos incluyen técnicas muy creativas y flexibles para ayudarlos a abrirse y reconocer los sentimientos ocultos.
La responsabilidad social – El enfoque gestáltico reconoce que los seres humanos tienen una responsabilidad social para uno mismo y para los demás. Exige respeto para todas las personas y reconoce que cada uno es diferente. En última instancia anima a las personas a adoptar un enfoque igualitario a la vida social.
Relación – las relaciones se consideran un punto central en la experiencia humana y la terapia Gestalt considera como individuos y como un “todo”, se busca lograr una buena relación con ellos y con los que están a su alrededor. La relación interpersonal entre el individuo y el terapeuta se desarrolla y se nutre en las sesiones, y es un proceso de orientación fundamental en la terapia.
¿Cómo funciona la terapia Gestalt?
Fundamentalmente, la Terapia Gestalt trabaja para enseñar a los clientes a definir lo que realmente está siendo experimentado, en lugar de lo que es meramente una interpretación de los acontecimientos. Aquellos que se beneficien de la Terapia Gestalt, emprenderán una exploración sobre todos sus pensamientos, sentimientos, conductas, creencias y valores para fomentar el conocimiento de cómo interpretan y responden a eventos en su ambiente. Esto les da la oportunidad de identificar opciones, patrones de comportamiento y los obstáculos que están afectando su salud y bienestar, y que les impiden alcanzar su pleno potencial.
En el desarrollo de este proceso terapéutico se suelen incluir una serie de técnicas expresivas y creativas experimentos, desarrollados en colaboración entre el terapeuta y el cliente. Estos serán apropiados para el cliente y sus problemas específicos.
¿Quién puede beneficiarse?
La Terapia Gestalt se utiliza para ayudar a los individuos a obtener una mejor comprensión de cómo se conectan a sus necesidades físicas y emocionales. Con ella aprenderán que ser conscientes de su yo interno, lo cual es clave para entender por qué reaccionan y se comportan de cierta manera. Este viaje de auto-descubrimiento hace el enfoque beneficioso para que las personas sean más conscientes de sus emociones y les resulte más fácil procesar por qué se sienten y actúan de la manera que lo hacen. También puede proporcionar apoyo y un espacio seguro para las personas que pasan por momentos de dificultad personal.
La Terapia Gestalt se considera particularmente valiosa para ayudar a tratar una amplia gama de problemas psicológicos. Se ha demostrado que es eficaz para la gestión de la tensión, la ansiedad, la adicción, el estrés postraumático, depresión y otros problemas psicológicos que pueden impedir que las personas vivan la vida al máximo. En general, las personas que participan en la Terapia Gestalt tienden a sentirse más seguras de sí mismas, tranquilas y en paz consigo mismas.